lunes, 1 de febrero de 2010

Señales de un adulto en emergencia

He cumplido 2 semanas de trabajo. Debo decir que estas 2 semanas son nada comparado a lo que se me viene encima a partir de mañana y hasta el 4 de julio. El primer fin de semana estaba muerta a las 7pm, pero tenia que despertar para ir a mi trabajo de los fines de semana, la papeleria. Como dicen, qué felicidad que sea viernes, pero se siente mas cercano el lunes.

Creo que una de las señales en que te conviertes en un adulto (o en un intento de persona adulta, en mi caso) sería que odias los lunes, y no por tener que estar en la uni con una cruda de 2 o 3 noches de parranda, aparte de las carnitas asadas de los domingos (porque como sea siempre se puede faltar esa hora excepto en exámenes); en cambio si no llegas a tiempo a tu chamba, ya no pierdes una falta de las 15 a las que tenías derecho, pierdes un día de los 15 por los cuales te pagan.

Otra señal es que ya hayas conocido el hermoso sistema de asignación de fichas del SAT o del IMSS; esa voz tan humana que menciona cada 2 minutos aprox, "ficha 453, 269.78 pase al mostrador 9 3/4" y mas aún, que amenicen tu espera con los 2 únicos videos de la Secretaria de la Funcion Pública, o con Hoy o Venga la alegria, o cualquier programucho matutino.

Ya también haces filas en el banco para cancelar servicios que no ocupas, y el mejor privilegio de todos, ya te buscan a ti los ejecutivos de banpatito y no a tus papás, para ofrecerte tarjetas de crédito; aún cuando todavia le debes a la vecina los cosméticos Mary Kay y los zapatos Klass, apenas vas a pagar lo de C&A y has vivido 2 meses del pasa-tiempo de tu mamá o de los mensajitos que te dejan mandar tus amigos porque no eres ni pa' ponerle 20 pesos al celular (mucho menos hablemos de gas).

Ah! pero eso sí, no se te ocurra ir voluntariamente al banco a solicitar una linea de crédito, porque ahí sí te batean como las porristas al nerd acneico pelirrojo que tartamudea y usa sus orejitas de Dr. Spuck, y te dicen que no eres sujeto de crédito a pesar que ya te volviste lo sufientemente maduro para no gastar a lo bruto, y ganas lo suficiente para pagar tus compras en línea.

En fin, cuando uno empieza detectar estas situaciones, es cuando a uno le caen todos los veintes que nuestra malora conciencia se estuvo tragando por años....y de repente ya te sabes tu número de seguro social, tu password de la compu de la oficina, o de la red, tu curp, tu RFC, tu tarjeta de débito (y si ya te la enjaretaron, la de crédito) el télefono de la aseguradora, el del banco (por si el cajero decide desayunarse tu tarjeta y tu respectiva quincena), y lo único en que te queda pensar es si te quedarán suficientes neuronas para memorizar tu numero del INAPAM, para cuando te llegue la hora.

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