lunes, 6 de junio de 2011

Y como límite...

Sí, soy una pobre provinciana acostumbrada a viajar en camión con sus caja de huevo San Juan, y que cuando supo que iba al aeropuerto se puso sus mejores garras, como si fuera a la Scala en Milán.

Este fue el tercer vuelo que hago, uno corto en realidad: Aguascalientes - Cd. México, 45 minutos de contemplación aérea. De repente comprendí lo que siente Kami al sacar la cabeza por la ventana del coche. Puedes absorber la inmesidad del cielo (que daría por abrir la ventanilla del avión y no provocar su despresurización). No lo puedes ver todo, pero la sensación te consume.

Me encanta volar, pues ves el cielo pero al revés, y yo que tengo una fijación con las refracciones y las imágenes especulares, es todo un deleite.

Sobretodo me encanta volar, porque así pude evitar los ronquidos titánicos del chaparrito del asiento de atrás por 3 horas en el autobús.

miércoles, 1 de junio de 2011

Mashups Gamer - Poéticos

Me gustas cuando juegas porque estás como ausente,
y no me oyes ni de cerca, y mi voz no te toca.
Parece que el monitor te hubiera succionado
y parace que un ratón te cerrara la boca.

Me gustas cuando juegas y estás como distante.
Y estás como quejándote, de un cheto surcoreano.
Y se la mientas desde lejos, y tu voz no lo alcanza:
Déjame de ignorar con el silencio tuyo

Me gustas cuando juegas porque estás como ausente.
Distante y doloroso como si hubieras muerto.
Un click entonces, y un respawn bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.