miércoles, 13 de mayo de 2009

El Amor en los Tiempos de la Influenza 2

Libertad condicional. Podemos andar donde nos plazca. Sin embargo el tabú persiste. No importa donde vayamos, simplemente si nos ven de la mano, los demás se escandalizan. Si nos besamos, nos linchan. No me importa. Pues tus besos son la única vacuna realmente eficaz contra la influenza y el virus de la melancolia. Estoy dispuesta a regresar al encierro, mientras tú seas mi compañero de celda. Mientras seas el único rostro humano que vea. Mientras podamos compartir el mismo aire. Creo que he estado enferma de otra cosa desde hace mucho, pues has infectado cada fibra de mi ser, cada célula, cada pensamiento. La influenza, ni cosquillas.

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